Aquí os dejo un enlace, bastante interesante, que nos explica que futuro veremos en el mundo artístico.
http://www.picassomio.es/articulos-sobre-arte/cual-es-el-futuro-del-mundo-del-arte.html
Aquí os dejo un enlace, bastante interesante, que nos explica que futuro veremos en el mundo artístico.
http://www.picassomio.es/articulos-sobre-arte/cual-es-el-futuro-del-mundo-del-arte.html
Con la refundación de la Cofradía en 1833 se empezó a restaurar tímidamente el Templo, con un gran avance en las dos últimas décadas de ese siglo. La reconstrucción concluyó y la Cofradía cesó en sus actividades. Esto provocó que la Ermita cayera en un nuevo abandono hasta que, a mediados del siglo XX, coincidiendo nuevamente con el renacer de la Hermandad, el Templo se rehabilitase.
Poco antes, el 21 de enero de 1949, la ermita del Espíritu Santo fue declarada, junto con otras construcciones de la ciudad, Conjunto Monumental de Cáceres, quedando bajo la protección del Estado, según el decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado.
El 10 de noviembre de 1958 el obispo de Coria-Cáceres, don Manuel Llopis Ivorra, decretó la erección parroquial de la antigua ermita del Espíritu Santo, disposición que entró en vigor el 1 de enero de 1959. Esta efeméride fue celebrada por la Parroquia durante el año 2008 con un programa de actos englobados bajo el lema de “1958-2008: Cincuenta años anunciando el Evangelio”. El decreto episcopal, que erigía otras veinte parroquias en toda la Diócesis (cuatro de ellas en Cáceres: San Blas, Nuestra Señora de Fátima, San Pedro de Alcántara y San José), decía sobre la del Espíritu Santo:
Titular: Parroquia del Espíritu Santo. (Barriada del Carneril).
Categoría: Ascenso.
Personal: Párroco y Coadjutor.
Población: 2500 almas aproximadamente.
Arciprestazgo: Cáceres.
Límites: Esta demarcación parroquial comprenderá el territorio creado por la línea que arrancando del punto centro de la vía de ferrocarril frente a la puerta principal de la Estación de Cáceres, sigue por su eje hasta encontrar la travesía de la carretera de Medellín, sigue el eje de esta carretera en dirección Este, hasta encontrar la carretera de la Ciudad Deportiva, desviándose para encontrar la carretera a la Residencia del Seguro Obligatorio de Enfermedad, cuyo edificio deja al Sur, prosiguiendo para desembocar en la Ronda de San Francisco, sigue por el eje de ésta hasta tomar la calleja que dá acceso a Fuente Fría, sigue por el camino de Fuente Fría a empalmar con la carretera de la Montaña frente al Depósito Regulador del Agua, avanza por el eje de dicha carretera en dirección al Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, que queda con todas sus dependencias, anejos y Ejido a la izquierda, hasta tocar el término municipal de Sierra de Fuentes, bordea dicho término municipal hasta encontrar la carretera de este pueblo a la general de Trujillo, sigue por el eje de la misma (carretera Cáceres-Trujillo) en dirección a Trujillo hasta el fin del término municipal de Cáceres, sigue por el límite de dicho término municipal en dirección Sur hasta encontrar los límites que se han señalado a la parroquia de San Eugenio (Barrio-Moret), entra por la carretera de Mérida, cuyo eje sigue en dirección a Cáceres hasta encontrar el paso a nivel de esta carretera con el ferrocarril, toma el eje de la vía férrea en dirección a Cáceres hasta llegar al punto que sirvió de partida, frente a la puerta principal de la Estación.
En Cáceres, como en otras ciudades, los nuevos barrios se van sumando al tejido urbano, a medida que nacen, con nombres de diversa procedencia ya que la población suele tomarlos sin reglas fijas, aunque, eso sí, cuando menos curiosísimas.
En los primeros tiempos de la entonces villa, siglos XII, XIII y XIV sólo existían dos denominaciones, precisamente Villa Adentro y Villa Afuera. Naturalmente el Villa Adentro era todo lo que contenía el perímetro de la muralla que a su vez se distribuía en Arriba y Abajo, Santa María y San Mateo y la Quebrada o Aljama Judía.
A partir del reinado de Fernando IV empiezan a surgir, no los barrios con el concepto actual, pero sí los centros gremiales que denominarán los sectores de la población con los nombres de sus propias profesiones: Caleros, Picadero, Tenerías, Ribera de Curtidores, Ribera de los Hortelanos, Hornos, Gallegos, Zapatería, plaza del Potro de Santa Clara, Canterías, etcétera…
En otros casos eran los nombres de instituciones, religiosas todas, las que bautizaban los barrios: San Blas, Afueras de San Antón de los Escambrones, San Juan de los Ovejeros, Santiago de los Caballeros, Santo Domingo, Santo Domingo el Soriano, Ejido de los Mártires, Afueras de San Francisco el Real, Las Candelas, San Marcos, San Marquino, San Roque, Santa Lucía, Santa Bárbara, Fátima, San Felipe, Lazareto de San Lorenzo… En muchas ocasiones si el barrio era nuevo, pues Barrionuevo, si en sus cercanías estaba la Real Audiencia, pues La Audiencia, si en la zona se aseaban los moros, calle Moros y si había judíos, Judería Nueva. La topografía también influía pues son muchas las denominaciones geográficas: barrio de la Quebrada, Paseo Alto, subida a la Montaña, Maltravieso, cuesta de la Reina, Peña Redonda, Peña Aguda, Peña del Cura, Charca Musia, Camino Llano, Ríos Verdes…
Varios barrios nacieron por iniciativas privadas o públicas y a ellas deben sus nombres: Obra Pía de Roco, Busquet, Casas de Cotallo, de la Berrocala, Afueras de Carrasco, Casas de don Emeterio, barrio de Llopis Iborra, barrio de Pinilla, Aldea Moret.
La simplicidad del nombre priva en Cáceres y para qué nos vamos a molestar: si se hace un barrio de 300 viviendas, Las Trescientas, si es de 232, las Doscientas treinta y dos, si está lejos y en ese momento hay guerra, Las Malvinas, si están pintadas de blanco y en la ladera de una montaña, La Paloma, si están alrededor de la estación, pues barriada de la Estación. Que las hace Pinilla, pues barrio de Pinilla, y si son baratas, Casas Baratas.
Es curioso pero hay zonas de la ciudad que han sumado nombres de una manera increíble como el de Llopis Iborra que ha tenido también los nombres de: Dehesa de los Caballos, Casas de Don Emeterio, Missisipi, Maltravieso, El Carneril, el Espíritu Santo (simplificado El espirí) todas ellas con explicación popular.
El agua ha jugado un papel muy importante en nuestra historia: Charca Musia, lavaderos de Beltrán, La Madrila, Fuente Concejo, Fuente Rocha, Aguas Vivas, Puente Vadillo, Vegas del Mocho y un largo etcétera. Modernamente los nombres se escogen por diversos medios: Los Fratres o Moctezuma en recuerdo del pasado histórico, La Mejostilla, Los Castellanos, El Olivar de los Frailes, La Cañada, La Sierrilla o Casa Plata, por denominaciones de las fincas en las que se asientan. Otros nombres son más prosaicos, como R-66 por el sector del plano o Eroski, que no hace falta explicar. A veces la nostalgia te trae Nuevo Cáceres, evocando aquel Barrio Nuevo del Siglo XV.
No hay que olvidar los otros barrios: Valdesalor, Rincón de Ballesteros o Estación de Arroyo-Malpartida. Barrios de Cáceres que nacen en la actualidad con nombres como Montesol, Proexsa, Macondo, Urvicasa, Universidad, la Sierrilla, Ceres Golf, El Vivero recogiendo nombres promocionales, denominaciones geográficas, actividades, un poco de todo, pero en todos los casos sumando pliegues a la piel de nuestra ciudad siempre vieja y siempre nueva.
LA SALA Croma de la ciudad ha programado un curso de fotografía intensivo que tendrá una duración de dos meses y será impartido, a partir del próximo 27 de febrero, lunes, por el fotógrafo, artista y profesor griego, residente en Cáceres, Yorgos Karailias. Los interesados podrán formalizar sus inscripciones hasta el viernes día 24 de febrero.